Cuando alguien pregunta a qué me dedico en el ámbito laboral y respondo "me dedico a la Arqueología, me gradué de la licenciatura en Arqueología y ahora trabajo de ello", generalmente me presentan una expresión de sorpresa y vuelven a preguntar "¿y cuántos dinosaurios has descubierto?" o la más común "¿entonces eres tipo Indiana Jones?".
Realmente genera gracia, pero intento explicar que nada está más alejado de la realidad que dichas aseveraciones.
El desarrollo de la ciencia arqueológica en El Salvador es muy reciente.
Tenemos datos de expediciones de eruditos ingleses, alemanes y estadounidenses durante el siglo XIX, y gracias a sus datos podemos obtener menciones de sitios arqueológicos de nuestro país. Ahora bien, tomó muchos años poder establecer la licenciatura en Arqueología en El Salvador, y fue hasta el año 2000 que se graduaron los primeros arqueólogos salvadoreños, y que por ende el panorama cambió completamente.
Conforme han pasado los años, se han graduado más arqueólogos y arqueólogas, llegando a ascender para el año 2016 a unos 33 graduados y registrados por la Universidad Tecnológica de El Salvador.
A pesar de haber avanzado tanto, la idea o la concepción de los salvadoreños sobre la Arqueología está rodeada de dinosaurios (estudiados por Paleontólogos) o de saqueadores de tumbas como Indiana Jones (personaje de Hollywood).
Entonces, para aclarar el panorama:
Arqueología: proveniente del griego archaios (viejo o antiguo) y logos (ciencia o estudio), es la ciencia que estudia a las sociedades pretéritas a través de los restos materiales que éstas han dejado.
Básicamente, trata de describir, analizar e interpretar la complejidad de las sociedades del pasado.
Como pueden ver, la Arqueología es más compleja de lo que muchos creen.
Comprender las dinámicas actuales ya es tarea difícil, ahora no se diga tratar de comprender a los seres humanos que habitaron un territorio hace cientos de años.
Sin embargo, es una tarea fascinante y satisfactoria.
Quien estudia esta ciencia es porque es apasionado a ella. Porque comprende la complejidad de lo que estudia, las dificultades que se le presentarán el resto de su vida, la desaprobación de amigos y familiares, y la indiferencia de la sociedad en la que vivimos.
A pesar de ello, hay muchos interesados por cambiar el panorama de la sociedad. Y por tratar de conocer y reivindicar el pasado invisibilizado por tantos años.
Se hace "Arqueología" desde diversas esferas o ambientes. Desde una etapa de investigación preliminar con informes y libros, a una etapa de excavación y exploración en campo, a una etapa de análisis en laboratorios especializados de los materiales recuperados, hasta la etapa de publicación y difusión de resultados.
Utiliza herramientas diversas, desde libros, fichas, pala, piocha y azadón, hasta cinta métrica, papel milimetrado, escalímetro, microscopio, cámara y otros.
Y no es que la Arqueología esté ausente de aventuras, pero rara vez se utiliza un látigo.
Con la Arqueología se trata de fomentar la protección al patrimonio cultural al que todos tenemos derecho de conocer.
Por ende, los arqueólogos no andamos destruyendo templos, estructuras o tumbas que descubrimos.
La Arqueología tiene un sentido más social, más profundo. No intenta saquear y vender el patrimonio cultural de los pueblos.
Trata de difundirlo para que los pueblos o sociedades lo protejan y lo hereden a las siguientes generaciones.
Así que eso es la Arqueología. Es una ciencia, es una forma de vida apasionante no ausente de aventuras y anécdotas, pero al fin y al cabo se rige por un código ético, por leyes y acuerdos que garanticen la protección, salvaguarda y difusión del pasado que tanto desconocemos.
